Las cuevas siempre han fascinado al ser humano. Desde tiempos prehistóricos, han sido refugio, templo, inspiración… Pero, ¿sabías que no todas las cuevas se forman de la misma manera? Existen distintos tipos de cuevas según su origen geológico, y conocerlas nos permite entender mejor cómo funciona nuestro planeta por dentro.
Acompáñanos en este viaje subterráneo y descubre los principales tipos de cuevas: kársticas, marinas, volcánicas, de hielo y tectónicas.
¿Por qué es importante conocer los tipos de cuevas?
Conocer cómo se forma una cueva no es sólo una curiosidad: nos ayuda a comprender la historia geológica de la región, a estudiar ecosistemas únicos y, en muchos casos, a proteger estos entornos naturales de la acción humana.
Las cuevas son ventanas al pasado geológico del planeta, y cada tipo cuenta una historia distinta. La próxima vez que entres en una cueva, recuerda mirar más allá de sus formas: estás caminando por un proceso natural que ha tardado miles o millones de años en esculpirse.
Además, cada tipo de cueva ofrece experiencias distintas para los visitantes: desde excursiones turísticas con música clásica subterránea hasta exploraciones científicas con cascos y linternas frontales.
Cuevas de Hielo:
Belleza efímera y azul
Las cuevas de hielo se forman en el interior de glaciares, donde el agua del deshielo abre túneles a través del hielo. Son increíblemente bellas, con tonos azules brillantes y cristales translúcidos, pero también muy frágiles y temporales: cambian de forma constantemente con el clima y las estaciones.
Ejemplos famosos:
- Cuevas del glaciar Vatnajökull (Islandia)
- Cuevas de hielo de Alaska
Dato curioso: Algunas sólo son accesibles durante unos pocos meses al año.
Cuevas Kársticas:
Arte de la paciencia del agua
Las cuevas kársticas son, con diferencia, las más comunes del mundo. Se forman en terrenos de roca caliza (o dolomía), un material que se disuelve lentamente al contacto con agua ligeramente ácida. Este proceso de disolución, que puede durar millones de años, da lugar a galerías, salas y formaciones espectaculares como estalactitas y estalagmitas.
Ejemplos famosos:
- Cuevas dels Hams (Mallorca)
- Cuevas de Artà (Mallorca)
- Gruta de las Maravillas (Huelva)
Dato curioso: Estas cuevas a menudo albergan ríos o lagos subterráneos y ecosistemas únicos.
Cuevas Marinas:
Talladas por el mar
Las cuevas marinas se encuentran en acantilados o zonas costeras, y son el resultado del incesante trabajo del oleaje, que va erosionando la roca y abriendo cavidades. Suelen estar a nivel del mar y, en muchas ocasiones, se inundan parcialmente cuando sube la marea.
Ejemplos famosos:
- Cova des Coloms (Mallorca)
- Blue Grotto (Capri, Italia)
Dato curioso: Muchas de estas cuevas tienen acceso únicamente desde el mar, lo que las convierte en destinos secretos para buceadores y aventureros.
Cuevas Tectónicas o de Roca:
Fracturas naturales
Estas cuevas no se forman por disolución, lava o hielo, sino por movimientos de la Tierra. Cuando las placas tectónicas se desplazan o las rocas se fracturan y caen, pueden quedar espacios vacíos. No suelen tener grandes decoraciones internas, pero pueden ser muy interesantes desde el punto de vista geológico.
Ejemplos famosos:
- Cueva de Hércules (Marruecos)
- Algunas cuevas en los Picos de Europa
Dato curioso: Estas cuevas son muy utilizadas por animales como refugio, incluso en zonas sin agua.
Cuevas Volcánicas:
Túneles de fuego
Cuando un volcán entra en erupción, la lava fluye por la superficie. Si la parte exterior del flujo se enfría y solidifica mientras el interior sigue avanzando, puede quedar un tubo hueco: una cueva volcánica. Estas cuevas tienen formas más rectas y lisas que las kársticas, sin estalactitas, pero con estructuras solidificadas de lava que parecen sacadas de otro planeta.
Ejemplos famosos:
- Cueva de los Verdes (Lanzarote)
- Tubo de lava Kazumura (Hawái)
Dato curioso: Algunas se extienden por kilómetros bajo tierra. En Marte también se han detectado estructuras similares.
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